Uno de los axiomas más evidentes en el entorno laboral, es que somos las personas las que contribuimos a que las empresas existan. Y dichas empresas, cuando cuentan en sus plantillas con trabajadores motivados, sin nuda ninguna están mucho más cerca de alcanzar sus objetivos que aquellas que no profundizan en este tipo de relaciones interpersonales.
Cuando un trabajador se encuentra motivado en su día a día, además de implicarse en sus actividades laborales, también abogará por la cultura corporativa de la organización. Se convierte entonces en el embajador más destacado y prescriptor de la empresa para la cual trabaja.
Uno de los factores que debe adquirir cualquier organización, en modo que le sea posible, es conservar el talento interno y hacer del empleado un auténtico emisor potencial de las cualidades de su organización, informándole permanente y eficazmente, haciendo de la comunicación interna una herramienta estratégica indispensable.
La comunicación interna es un elemento crucial para promover, blindar y fortalecer la percepción que un trabajador tiene con respecto a su organización. Una pieza muy importante que está estrechamente relacionada con el éxito empresarial. En efecto, la comunicación interna es un factor primordial que la empresa actual debe tener en consideración, ya que permite optimizar el ambiente laboral y al mismo tiempo el rendimiento de sus trabajadores.
“Actualmente, la cultura corporativa de una empresa traza su identidad y comportamiento, relacionándose directamente con la imagen y reputación que esta proyecta”.
Las empresas deben mostrar afinidad y entendimiento con su personal laboral; en su lenguaje, en sus inquietudes y sus retos, en sus motivaciones… de ahí que la comunicación interna es el instrumento perfecto que une a todo el colectivo de una organización, y si además está correctamente gestionada, nos permitirá conectar un mismo mensaje y difundir los mismos valores corporativos, intensificando la eficiencia del equipo humano.
¿Cómo conseguir internamente que nuestro equipo humano esté motivado?
Hemos abordado algunas acciones de comunicación interna que son efectivas, pero lo primero que debemos cuestionarnos es ¿a quién nos dirigimos? Y ¿Cómo es? Debemos tener claro el perfil del que queremos hacer partícipe a nuestro equipo humano de ahí el papel tan importante que juegan nuestras acciones internas. ¿Qué le incomoda? ¿Qué le inquieta?, ¿Qué le satisface?, ¿Qué piensa? ¿Qué demanda? Las decisiones que vamos a tomar dependen de ello.
Tenemos que desarrollar un mapa de nuestro personal interno.
Una vez hemos logrado identificar el perfil y/o los perfiles de nuestra organización será más sencillo y resolutivo dirigirnos a ellos. Desde ese momento podemos comenzar a implementar acciones que nos asistan en el alcance de nuestros objetivos.
Hay organizaciones que brindan a sus empleados servicios relacionados con la salud y la alimentación y que afianzan y establecen un vínculo empresarial más próximo con sus empleados. Poder compartir “asiento” con el CEO a la hora de la comida, mientras practicas algún deporte o simplemente poder interactuar con él y compartir tus preocupaciones, refuerza y consolida el vínculo personal y al mismo tiempo el empresarial. Estas empiezan a ser algunas de las acciones que empiezan a ser muy frecuentes sobre todo en las grandes organizaciones, pero cada vez son más las que se suman a esta corriente.